OBAMA Y SU CONCLUSA VISITA A CUBA.

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Esteban Morales

UNEAC.

Siguiendo la política de Obama desde su  último discurso de campaña, cuando dijo que “negociaría con Cuba, pero que no levantaría el bloqueo”, aun todo parece estar igual. Esta política continúa manejando el bloqueo “partiéndolo en dos”; con una mano maneja el bloqueo para beneficiar a la parte de la sociedad civil que le interesa y con la otra, maneja las relaciones con el estado cubano. Por lo que no parece haber cambios al respecto.

Por fin el Sr. Presidente de Estados Unidos cumplió con su aspiración de visitarnos, antes de concluir su mandato. Sin dudas la visita tenía que ser ahora, para sobre el terreno, perfeccionar la política que viene siguiendo desde el 2009.Obama tenía que observar por sí mismo, sobre el terreno, qué significado tiene  pretender seguir una política subversiva hacia Cuba.

Precedieron a la visita,  las medidas del 15 de marzo, emitidas por el Departamento del Tesoro. Ya el cuarto paquete, con el que utilizando sus prerrogativas, Obama maneja las variables como más corresponde a su conveniencia. Para tratar de consolidar una clase media, dentro de la cual, según sus planes, debe encontrar los actores políticos que le acompañen en el cambio que busca para Cuba. Todas las medidas adoptadas continúan siendo unilaterales. Cuba no recibe, hasta ahora, un claro beneficio de tales medidas. No puede importar ni exportar, no recibe las inversiones norteamericanas, aun no queda claro si podrá utilizar el dólar, aun no se levanta la prohibición de los ciudadanos norteamericanos de hacer turismo en Cuba, aun no puede invertir en la economía de Estados Unidos, no recibe aun ningún trato preferencial, etc.

Habrá más viajes, mas espacios para viajes de norteamericanos a Cuba, los cubanos recibirán mas visas, correo directo, mas remesas, mas vuelos comerciales, mas intercambio cultural y académico, más dinero para proyectos conjuntos, mas intercambio “pueblo a pueblo”, mas visitas de ambas partes. Es decir mucho mas contacto entre ambas sociedades, pero la economía cubana aun no recibe las facilidades que significaría para Cuba poder exportar sus productos,  importar, recibir préstamos comerciales, recibir inversiones de Estados Unidos, intercambiar libremente con el dólar, entre otras.

Estas últimas medidas, del 15 de marzo,   al parecer, acaban con la famosa “Lista Negra”  y hablan de la posibilidad del uso del dólar, por parte de Cuba. Respecto al Estado Cubano, supuestamente también. Pero  aun no queda claro cómo será y por ello  nuestro Ministro Bruno Rodríguez dejo en suspenso la eliminación de la tasa  del 10% con que se penaliza al dólar en Cuba. Además, tampoco aun sabemos cómo se podrá cumplir la medida de que el “cubano de a pie” pueda tener una cuenta en dólares en los bancos norteamericanos. Ni como se otorgarán los famosos créditos. Todo parece indicar, que recordando  una  vieja novela brasileña, todo  será bajo el slogan del “Señorito Malta”, “Yo solo puedo tocar”.

Pues, parece también que será la banca norteamericana la única que podrá continuar manejando el uso del dólar,  pues para  Cuba, por lo que parece,   se mantendrá la “Espada de Damocles”, sobre aquella banca transnacional que se atreva a manejar los dólares en negociaciones financieras con  la Isla. Hasta ahora no hay nada claro y deberemos esperar alertas a como realmente serán las cosas.

Respecto a la “Lista negra”, todo indica que solo no se le aplicara a los barcos  norteamericanos que trasladen mercancía a Cuba, pero nada de permitir que otros lo hagan, ni que los barcos cubanos tampoco puedan  trasladar  mercancías de Estados Unidos  a Cuba. Por lo que esto pone en dudas como será ese comercio que Estados Unidos quiere permitir a los propietarios privados en la Isla.

En mi reciente artículo, antes de la visita, decía que el Sr. Presidente tenía dos alternativas: o continuaba manejando las cosas, prestándole mayor atención a sus intenciones de subversión y de “cambio de régimen”, a pesar del Presidente,  haber declarado en varias ocasiones que no es partidario de esta última variante; o  que continuaría avanzando para facilitar la entrada en el proceso de normalización de las relaciones entre ambos países.

En realidad, Obama, no ha seguido ninguna de las dos variantes por separado y lo que ha hecho es presentarse con una más sofisticada combinación de ambas. Apuntalada por un discurso que es más sofisticado aun.

El Presidente se nos ha presentado como  un pacifista y con un brillante discurso, en el que se  disfraza  de “Caperucita Roja”, en el que solo la sombra del lobo  asoma tenuemente de vez en cuando. Se trata en realidad, del mejor discurso que Obama ha hecho para referirse a la relación con Cuba. Que se habían caracterizado hasta ahora por la abierta prepotencia.

En realidad,  nunca Obama había hecho un discurso sobre  Cuba tan contemporizador, elogioso de los cubanos de la Isla y de sus logros; lanzando el ramo de olivo, poniéndonos a la par de las virtudes del pueblo norteamericano y de los cubanos de allá.

Por supuesto, no perdió tiempo para hacer notar las diferencias que nos separan a  la sociedad cubana de la sociedad norteamericana: unipartidismo cubano, ante el pluripartidismo democrático  de Estados Unidos; economía de mercado libre, ante la economía estatalizada de Cuba, etc.

En un tono casi que de ironía, para al final decir, que a pesar de todo, estaba dispuesto a pasar por  encima de las diferencias y tratar de tener buenas relaciones con Cuba. Como si se tratara de estar en disposición de perdonarnos   nuestros defectos.

En realidad el Presidente no  tomó ninguna de las dos alternativas, siguió con su “doble juego”, nos ahoga con una mano y nos alivia indirectamente con la otra. Porque hay que decir, que en realidad, cualquier medida que pueda beneficiar a la sociedad civil, “empoderarla”, como él dice,  aunque lo haga de manera unilateral,  con su sector seleccionado, de todos modos,  es beneficioso para Cuba. Cuba  en definitiva, se beneficia de eso.

Entonces la visita de Obama ha sido exitosa. Tanto para Cuba como para Estados Unidos.

-Porque se trata de la primera visita de un presidente norteamericano a Cuba, en pleno ejercicio y para negociar con Cuba.

-Porque en realidad, Obama ha sido el presidente, que hasta ahora,  mas  ha hecho,  por cambiar las relaciones con Cuba.

-Porque  con un presidente inteligente e informado se incrementa la capacidad de negociación.

 

-Porque el hecho de poner sus pies sobre la tierra cubana lo puede dotar de una mayor objetividad para relacionarse con nosotros.

-Porque cualquier  política basada en percepciones a distancia,  resulta en extremo peligrosa.

No obstan te, no es posible de la visita de Obama a Cuba extraer la conclusión de que ello signifique  que este  haya  renunciado  al interés estratégico supremo de volver a controlar a Cuba.

No se puede decir que la visita de Obama  a Cuba  tiene impacto sobre un cambio de estrategia política hacia Cuba. La estrategia continúa siendo la misma.

Pienso que lo más que se gana con esa visita es que el presidente este mas imbuido de la realidad cubana y de la intención de Cuba de defender su soberanía y su independencia aun y cuando ello pueda resultarle más difícil.

Además, la visita a Argentina, de seguro le permitió al Presidente  comparar ambos escenarios.

No creo que se haya sentido más tranquilo, en todo su mandato presidencial,   que como se sintió en Cuba. Más seguro, más libre de hacer lo que quiso, mas despreocupado de la seguridad de su familia y de la suya propia. De modo de que bien habría podido darle vacaciones a su guardia  personal. Solo por ello recordará con agrado la visita a Cuba. Porque el Presidente representa al imperio, sus intereses son contrapuestos a los de Cuba, pero es ante todo un ser humano.

Marzo 31 del 2016.

 

 

 

 

 

 

 

 

Acerca de Dialogar, dialogar

Historiador, investigador, papá de María Fernanda y Alejandra
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