“En Panamá, más que nunca cerca de Dios”

(Tomado de La Jiribilla)
Entrevista con Raúl Suárez 
Maylín Guerrero • La Habana, Cuba

La identidad cristiana que le identifica y su vocación pastoral por más de sesenta años, matizaron la participación del reverendo cubano Raúl Suárez Ramos en los diversos espacios de debate propiciados en el contexto de la recién finalizada Cumbre de las Américas, en Panamá.

“Pude participar en los foros de la Cumbre sin contradicción alguna con esta identidad y vocación, porque allí me sentía con suficientes razones para argumentar por qué yo formaba parte de la sociedad civil cubana auténtica, no la que fue pagada, financiada desde el exterior”, indicó a La Jiribilla el también director del Centro Memorial Dr. Martin Luther King Jr.

Se refiere entonces al trabajo que desarrolla esta institución en el país, de manera autónoma y con total independencia, a través de la red ecuménica Fe por Cuba y la red de Educadores Populares, la cual trabaja en la formación para la participación ciudadana. “Por todo esto me siento un auténtico participante de la sociedad civil cubana, y por eso apoyé la decisión de nuestra delegación de que no podíamos sentarnos con los disidentes que estaban allí, que todo el mundo sabe quién los fabricó, quién los financió y quién los sigue pagando”, subrayó.

Ampliando más sobre las experiencias vividas en esos días, el reverendo comentó sobre su intervención en una conferencia de prensa donde se trató la situación en Venezuela y el tema del decreto emitido por Obama que declara a ese país como una amenaza para Estados Unidos, y todo lo que eso significa.

“En ese espacio destaqué con mucho énfasis que precisamente uno de los documentos más importantes ratificados en la región, gracias a uno de los mecanismos de integración más relevantes del continente, que es la CELAC, tiene que ver con la proclamación de América Latina y el Caribe como Zona de Paz, adoptada en la cumbre de ese organismo realizada en La Habana, y por supuesto que en ella está incluida Venezuela”.

Para Raúl Suárez, el tema de la paz es uno de los predilectos de la Biblia, y está muy vinculado a los conceptos de igualdad, justicia, misericordia y solidaridad. Por eso calificó de extraordinario el hecho de que todos los presidentes latinoamericanos, dejando a un lado las diferencias ideológicas, se unieran para evitar problemas en el futuro, y sobre todo, preponderar la idea del diálogo como algo imprescindible para lograr la paz.

“En Venezuela existe un gobierno legítimo elegido por el pueblo y sobre la base de la Constitución ratificada por este. Los venezolanos tienen el derecho de decidir cuál es el proyecto político, económico y social que ellos desean, sin ninguna injerencia proveniente del exterior. No se debe coaccionar esta decisión. Cito entonces a Isaías, que un pasaje de la Biblia, dice: “Ay de los que dictan leyes injustas, y prescriben tiranía, para apartar del juicio a los pobres, y para quitar el derecho a los afligidos de mi pueblo; para despojar a las viudas, y robar a los huérfanos”.

Imagen: La Jiribilla

En un encuentro que recientemente tuvo lugar en el Ministerio de Cultura, donde se reconoció la actitud de la delegación cubana en Panamá, usted dijo que nunca había estado más cerca de Dios en esos días. ¿Por qué?

La dije por dos razones. Porque cuando estoy entre personas que no tienen creencias religiosas me agrada colocar el tema de la fe de forma atractiva, para que entre todos exista el máximo nivel de comprensión y empatía. Por otra parte, en las iglesias a veces existe el criterio de que la participación de un cristiano en la política es un error, incluso algunos dicen que es un pecado. Eso no está bien. A mí no me interesa la política que tiene que ver con las campañas políticas, la recaudación de fondos, las pugnas entre políticos…La política que me interesa es la que parte de la etimología del término, referida al pueblo, la polis, que es la organización del pueblo por el bien común, en este caso, la calidad de vida del pueblo cubano. Por eso yo sentía esa presencia de Dios en Panamá, cuando me opuse en lucha justa contra quienes querían convertir la “casa de oraciones en una cueva de ladrones”, contra quienes quieren sesgar el derecho de los cubanos de elegir su propio sistema.

Allí usted también se refirió al espíritu ecuménico que primó entre los representantes de los diversos credos religiosos que formaron parte de la delegación cubana en Panamá

Me sentí pleno con el espíritu ecuménico de nuestra delegación. Esta estuvo integrada por representantes del movimiento estudiantil cristiano, la iglesia episcopal, la federación espiritista, católicos, bautistas como yo, y otros más. Hubo mucho espíritu de confianza, seguridad, no hubo problemas por cuestión de creencias. El Consejo de Iglesias de Cuba, organización cimera del ecumenismo en la Isla, tiene una frase: “unidos para servir”, y eso fue lo que hicimos allá, sobre la base de lo que nos unía, que somos el pueblo cubano, que somos socialistas, y la defensa de las posiciones de nuestro pueblo. Una unidad que no significa uniformidad, sino que está en la diversidad.

Acerca de Dialogar, dialogar

Historiador, investigador, papá de María Fernanda y Alejandra
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